Turismo visita reino Dubai
Había una vez un jeque que soñaba en grande, su reino en la costas del Golfo Pérsico, era una aldea en extremo calurosa y poco activa en el comercio, habitada por buscadores de perlas, pescadores y comerciantes que atracaban sus destartalados sambucos árabes y barcos pesqueros a lo largo de un riachuelo estrecho que, ondulante, atravesaba la ciudad. Pero lo que para algunos era solo un río pequeño y salobre, para este jeque, Rashid bin Saeed al Maktoum, constitua la ruta al resto del mundo.
Cierto día del año 1959, Saeed le pidió prestados varios millones de dólares a su vecino, Kuwait, rico gracias a sus reservas de petróleo, para dragar el riachuelo hasta que fuera lo suficientemente ancho y profundo como para que pasaran los barcos. Construyó mueles y almacenes, además de proyectar la construcción de caminos, escuelas y casas. Rashid creía en la fortaleza que traen consigo los nuevos comienzo y así se materializaron sus fantasías, el construyó y los negocios comenzaron.