Porque no todo se sustenta en los llamados datos duros, desde hace varios años se publica el índice de las ciudades más inspiradoras del mundo. Este índice no se basa en los ingresos macroeconómicos ni en las relaciones comerciales estratégicas ni en la infraestructura inteligente, sino en su diversidad cultural, sus hábitos cívicos, en la variedad de su comida e incluso por ser germinadoras de movimientos sociales donde la ciudadanía genera cambios.
Dakar Senegal. Aunque se trata de una ciudad muy pobre y con muchas carencias en salud y servicios, varios proyector urbanos comienzan a mejorar con rapidez sus condiciones de vida
Budapest Hungría. A pesar de que sus políticos enarbolan ideas fundamentalistas, la sociedad ha presionado a las autoridades por el respeto a la comunidad lésbioc gay, así como para evitar un impuesto al Internet, gratuito en el resto de Europa.
