Esta celebración se
dio origen desde el año 1930 desde entonces se ha convertido en una de las
citas más importantes y masivas del piragüismo a nivel mundial, llena de
colorido y música se celebra todos los años
durante el primer sábado del mes de agosto, donde miles de piragüista se
acercan a Asturias con la finalidad de participar en el popular descenso del
sella.
Allí se
disputan la prueba, es importante
resaltar que para poder participar tienen que tener la correspondiente licencia de competición del año en circulación, su popularidad es tan grande
que cerca de un millar de participantes
con sus embarcaciones dan lucha, con la finalidad de ser los primeros en recorrer
el trayecto, este cuenta con veinte (20) kilómetros del flamante rio sella, la partida se encuentra en la localidad de Arriondas y la meta final en Ribadesella,
un largo trayecto donde miles de personas se posicionan a las orillas
para observar la competencia, se
divierten y animan a cada uno de los
participantes y deportistas de la
competencia.
Los preparativos se inician desde muy
tempranas horas de la mañana, la llegada de miles de personas en el tren
con origen desde Ribadesella y Oviedo
llegan al punto donde arrancara la competencia, mientras en Arriondas se
da inicio con el multitudinario desfile, donde los disfraces y alegría de la multitud clama para
ver el inicio de la carrera del descenso
del Sella, una vez leído los
tradicionales versos pasada las 12 del medio son el anuncio oficial para el inicio de la competición,
desde allí se provoca una enorme
estampida de las piraguas.
Desde entonces todo
es fiesta, el camino se engalana con la alegría de la gente, bien sea por el
tren fluvial o la gran caravana de automóviles de cualquier forma no deja de
sentirse el gran apoyo que les ofrecen a los piragüistas. Ya finalizada la competencia, se realiza la
premiación y entrega de trofeos a los
afortunados ganadores en las distintas categorías, acompañado de una suculenta
comida campestre, bebidas y baile hasta la madrugada.